Redacción de contratos
¿Qué es un contrato?
Un contrato es un acuerdo vinculante entre dos o más partes con la intención de definir sus derechos y obligaciones.
Así lo establece el artículo 1254 del Código Civil:
“El contrato existe desde que una o varias personas consienten en obligarse, respecto de otra u otras, a dar alguna cosa o prestar algún servicio.”
Es de gran importancia en todo tipo de transacciones, pues su existencia genera confianza entre las partes, facilita la rendición de cuentas y ayuda a prevenir conflictos. En definitiva, su principal característica es la seguridad jurídica que otorga a las partes firmantes.
¿Cuáles son los diferentes tipos de contratos?
Existen múltiples tipos de contratos, pues estos nacen de la autonomía de la voluntad de las partes, así pues, según las necesidades nos podremos encontrar con distintos tipos de contratos.
Conforme dispone el art. 1255 del Código Civil:
“Los contratantes pueden establecer los pactos, cláusulas y condiciones que tengan por conveniente, siempre que no sean contrarios a las leyes, a la moral, ni al orden público.”
Los contratos más habituales son: de compraventa, de arras, de arrendamiento, contrato de trabajo, de servicios, de reconocimiento de deuda, de seguro, contratos bancarios, de agencia, etc.
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¿Cómo redactar un contrato?
Recomendaciones:
- Un contrato debe ser claro, conciso e inequívoco para que no haya malentendidos o desacuerdos sobre lo que se dijo o se acordó en un momento determinado.
- Un contrato debe incluir los nombres de todas las partes involucradas en la relación contractual, así como sus derechos y obligaciones.
- Una vez redactado el contrato, se recomienda analizarlo, leerlo detenidamente las veces que sean necesarias y comprobar las posibles explicaciones de cada cláusula, es importante que sepa exactamente qué se espera de él.
- Antes de firmar es recomendable conocer las obligaciones a las que uno va a quedar sujeto, y conocer, por tanto, las consecuencias que le puede conllevar el incumplimiento de esas obligaciones.
En definitiva:
- El contrato debe ser escrito, claro y preciso para el correcto desarrollo de la relación contractual. Pudiendo concretar en el mismo contrato, cualquier concepto ambiguo o que pudiera dar lugar a distintas interpretaciones.
- El contrato contemplará distintas consecuencias o medios de actuación ante los distintos problemas o incumplimientos que puedan surgir a lo largo de su ejecución.
- El contrato debe ser elaborado para el caso concreto, teniendo en cuenta las necesidades y objetivos de las partes.
- Es recomendable leer el contrato antes de firmarlo y tenerlo todo bien claro. En caso de que le genere cualquier duda, se aconseja acudir a un profesional que de respuesta a todas las cuestiones que le surjan y resuelva todas sus dudas.
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