Intervienen en la mediación: las partes en conflicto y la figura del mediador (y según los casos, los abogados de las partes).
El mediador asiste a las partes en la indagación de las necesidades e intereses subyacentes que originaron el conflicto, ampliando las fórmulas de solución y manteniendo una posición imparcial respecto de la controversia. El mediador está especialmente capacitado para facilitar la comunicación entre las partes.
No toma ni impone decisiones.